La educación sentimental
En líneas generales, la educación de los sentimientos es una educación para toda la vida que tiene en cuenta elementos cognitivos, sensoriales y afectivos.
Dicha educación es esencial para todo el aprendizaje significativo y para crear un comportamiento maduro, responsable y creativo.
Entre sus pilares fundamentales incluye la vivencia positiva del placer a partir del desarrollo sensorial, el gusto por la música, la danza y la exposición de imágenes bellas. También cuenta con la comunicación afectiva dentro de la no discriminación, respetando las opiniones y diferencias de otras personas. Asimismo parte de la toma de conciencia del espacio personal y del espacio de otras personas.
La educación sentimental tiene un eje principal, y es el respeto por los procesos naturales del ser humano.
La educación, acostumbrada a medir y comparar el coeficiente intelectual, deja muchas veces a un lado el ámbito emocional, es decir, el lugar donde emociones y sentimientos se amalgaman para beneficiar o entorpecer el desarrollo de una persona.
Según Gardner, el ser humano cuenta con siete inteligencias. Pero la lógico-matemática ha sido y es la predominante, de hecho los test de inteligencia miden el coeficiente intelectual clasificando a las personas de "listas" o "menos listas" en una escala numérica.
Pero como he dicho en otras entradas, un alto coeficiente intelectual no supone el éxito en la vida (ni a lo lejos).
De modo que, si participamos de la idea de un ser humano complejo en el que rezuman la libertad, la autonomía, la responsabilidad, y en el que convergen sentimientos, emociones, razón y pensamientos, como bien expresa la Psicología Humanista, deberíamos situarnos ante un nuevo paradigma educativo.
Una educación que identifique las emociones, y las distinga de los sentimientos. Que transmita la necesidad de expresar amor y solidaridad. Que perciba al ser humano como un ser hecho para ayudar a los demás. Un ser colmado de una riqueza incalculable, producto de una naturaleza única en el universo.
La educación, el hogar, la sociedad en general deben transmitir los conocimientos emocionales básicos.
Los sentimientos son emociones que han sido pensadas, a las que se les ha añadido un componente razonador. Y las emociones son actos internos, respuesta al exterior.
Las emociones son puntuales, no dan muchos problemas. Pero, los sentimientos pueden alargarse en el tiempo, e incluso volverse en contra de nosotros mismos. Pueden generar dolor, terror, angustia.
¿Qué le dirías al que desconoce el poder de sus pensamientos?¿Qué le dirías al que no concibe los sentimientos como el producto de sus reflexiones?
Solo me atrevo a decir que, las patologías mas populares de la sociedad moderna están relacionadas con la mente (depresión, ansiedad, destructividad) y son el resultado de un abordaje emocional inadecuado a nivel individual y social.
La educación de los sentimientos es una educación para toda la vida, porque es la educación que asegura una existencia vital y plena.
La educación, acostumbrada a medir y comparar el coeficiente intelectual, deja muchas veces a un lado el ámbito emocional, es decir, el lugar donde emociones y sentimientos se amalgaman para beneficiar o entorpecer el desarrollo de una persona.
Según Gardner, el ser humano cuenta con siete inteligencias. Pero la lógico-matemática ha sido y es la predominante, de hecho los test de inteligencia miden el coeficiente intelectual clasificando a las personas de "listas" o "menos listas" en una escala numérica.
Pero como he dicho en otras entradas, un alto coeficiente intelectual no supone el éxito en la vida (ni a lo lejos).
De modo que, si participamos de la idea de un ser humano complejo en el que rezuman la libertad, la autonomía, la responsabilidad, y en el que convergen sentimientos, emociones, razón y pensamientos, como bien expresa la Psicología Humanista, deberíamos situarnos ante un nuevo paradigma educativo.
Una educación que identifique las emociones, y las distinga de los sentimientos. Que transmita la necesidad de expresar amor y solidaridad. Que perciba al ser humano como un ser hecho para ayudar a los demás. Un ser colmado de una riqueza incalculable, producto de una naturaleza única en el universo.
La educación, el hogar, la sociedad en general deben transmitir los conocimientos emocionales básicos.
Los sentimientos son emociones que han sido pensadas, a las que se les ha añadido un componente razonador. Y las emociones son actos internos, respuesta al exterior.
Las emociones son puntuales, no dan muchos problemas. Pero, los sentimientos pueden alargarse en el tiempo, e incluso volverse en contra de nosotros mismos. Pueden generar dolor, terror, angustia.
¿Qué le dirías al que desconoce el poder de sus pensamientos?¿Qué le dirías al que no concibe los sentimientos como el producto de sus reflexiones?
Solo me atrevo a decir que, las patologías mas populares de la sociedad moderna están relacionadas con la mente (depresión, ansiedad, destructividad) y son el resultado de un abordaje emocional inadecuado a nivel individual y social.
La educación de los sentimientos es una educación para toda la vida, porque es la educación que asegura una existencia vital y plena.
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